Tras el sorteo del UTMB, hubo que pensar qué motivaciones podían dirigir mis entrenamientos del año. Y la verdad es que son muchas las cosas que me quedan por hacer. Por trabajo, todavía no puedo cuadrar el calendario de pruebas, pero sí que he decidido que voy a seguir entrenando tanto en asfalto cómo en montaña, para estar preparado para cuando llegue el momento.
He vuelto y no hay duda de que no hay práctica física que me reporte mejores sensaciones que la carrera a pie. Seguramente por los años de práctica mi cabeza ha ido adaptándose a la actividad y es donde más cómodo me siento, donde más controlo mi cuerpo, en cada zancada, en cada apoyo, en cada respiración. Da igual que sea en asfalto que en montaña, mi cuerpo y mi mente...son uno. Y buscan los objetivos sin miedo al fracaso, sabedores del control que a su vez da mucha seguridad.
El correr, me ha dado muchas cosas, más que me ha quitado. Siempre me ha puesto en mi sitio, en cada momento una sensación distinta, en cada entrenamiento un objetivo, en cada carrera un reto. Sólo o acompañado, he disfrutado de la "soledad del corredor de fondo" y eso se que me acompañará durante toda mi vida. He disfrutado de la compañía de amigos en largas carreras de montaña. Hasta incluso saliendo sólo he hecho amigos durante una carrera.
Son muchos años, zancada a zancada y espero que sigan siendo muchos más. Más rápido o más lentos pero siempre tan provechosos y sinceros. Porque el correr es humildad, sinceridad con uno mismo.
Corre una y otra vez y busca tus objetivos sin miedo y con esfuerzo y constancia, TODO se PUEDE CONSEGUIR!!
Fuerza y Honor!!!