Actualmente en los concursos internacionales de esquí los resultados se miden en milésimas de segundo, cuando hace, algunos años todavía las hazañas deportivas en este campo se controlaban al décimo o al centésimo de segundo. No hay duda que la preparación psicológica de los esquiadores que realizan esas hazañas es todo lo completa que puede ser y se alcanza el límite superior de la preparación puramente física.
En el terreno de la técnica pura se comprueba cada año la aparición de novedades ya sea en cuanto a la técnica en sí, ya sea en cuanto al material empleado. Los fabricantes de las diferentes marcas de esquíes, botas, farts, procuran obtener los más altos rendimientos técnicos. Durante estos últimos años, el esquiador de competición ha sido, cada vez más, considerado como un robot, una máquina de alta precisión, perfectamente regulada técnica y psíquicamente. Esta máquina ha sido tan preparada, tan probada, que ha alcanzado actualmente el máximum de sus posibilidades. Todo sucede como si ya no se pudieran obtener nuevas marcas, como si se hubiera alcanzado un punto imposible de franquear por la sola preparación física o técnica. El uso de técnicas hipnóticas para el entrenamiento de deportistas lo inició Abrezol en los años sesenta. Consumado esquiador, se dio cuenta rápidamente que era indispensable, si se quería mejorar las marcas, si se perseguía "perforar el techo", tomar en consideración de un modo científico la preparación psicológica de los corredores, desde luego sin por esto modificar en nada la preparación física y técnica. Abrezol comprobó que esta preparación era verdaderamente un arma nueva, no sólo en el campo del esquí, sino también en todos los otros deportes e incluso en el de la aviación de acrobacia, en la que él descollaba también como avezado piloto. Muchos países habían comprendido ya la necesidad de esta preparación psicológica, que formaba parte del entrenamiento del equipo en Francia, Austria, Italia y EE.UU. El gran mérito de Abrezol consistió en comprender que la preparación psicológica de un equipo de competición requiere del psicólogo responsable un programa completo, mucha paciencia y buena voluntad: que hace falta también incluso en esta preparación el empleo de las técnicas sofrónicas.
¿Qué se puede esperar de la preparación psicológica de los esquiadores y de la utilización de las técnicas psicológicas? En todas las competiciones deportivas existen elementos de perturbación psíquica que perjudican considerablemente las hazañas realizadas. Podemos clasificar estos elementos por orden de importancia;
son:
1) El miedo o pánico antes y durante la prueba;
2) La falta de concentración;
3) Una disminución del potencial físico del sujeto, debido a perturbaciones psicológicas diversas; 4) Falta de confianza en sí mismo;
5) Falta de espíritu deportivo y camaradería;
6) Carencia de combatividad;
7) Fatiga física o moral;
8) Complejo de inferioridad con respecto a los campeones;
9) La lasitud de la competición (que se observa sobre todo al final de la temporada);
10) Un descenso de la moral después de una derrota.
La preparación Psicológica se fija como objetivo limitar lo más posible la frecuencia de estos diferentes componentes en el deportista. Cuanto más se los reduzca mejores serán las marcas obtenidas. Después de haber hecho numerosos ensayos con deportistas no profesionales, del tenis y esquí, y haber comprobado una mejoría muy sensible de sus resultados físicos y técnicos, Abrezol preparó en 1967 cuatro corredores del equipo nacional suizo para los Juegos Olímpicos de Grenoble. Tres de ellos obtuvieron medalla. Esto le animó a continuar por ese camino y ocuparse, durante el invierno 1968-1969, de todo el equipo alpino, masculino y femenino, y de los especialistas en salto del equipo nórdico. Esta preparación fue ocasión para él de algunas dificultades debido a la diferente procedencia de los corredores de dicho equipo (que pertenecen a grupos étnicos diversos). Efectivamente, el equipo estaba formado por romanches, de lengua y cultura francesa; suizos alemanes, cuyo dialecto y cultura son germánicos; y tesineses, con un temperamento parecido al de la gente del Sur de Italia.y que hablan en italiano. No hay duda que en estas condiciones la tarea del sofr6logo responsable de la preparación psicológica del equipo era particularmente difícil. Para Abrezol lo primero que hay que hacer cuando se llega al medio de estos jóvenes de todas clases y de todos los orígenes es integrarse completamente en su grupo e intentar estar en plena confianza con ellos, charlar, bromear, entrenarse juntos. Resulta efectivamente indispensable que el responsable del estado psicológico de un equipo sea él mismo jugador de ese deporte, practicando mucho este deporte gracias a lo cual conocerá perfectamente los problemas que hay en él.
Fuente: Carlos Fernández Picabea