Alguna vez ya he hablado de esto y alguna vez he leído sobre esto. Hay momentos, muy puntuales, durante los entrenamientos y durante las competiciones, que los deportistas llegamos a tener la sensación de estar en un "túnel". Es la sensación de estar aislado del mundo. De sentir tu cuerpo en todo su rendimiento y llegar a controlar hasta la mínima gota de sudor que corre por tu cuerpo. En esos momentos no tienes límites, sin saber porqué, ese día rindes de una forma diferente a los demás días. No por estar más preparado o motivado que otras veces, pero te introduces en tu propio "yo" y vas aumentando la intensidad sin llegar a notar un límite que te pare. Es algo alucinante y donde la adrenalina va al máximo sin saber porqué, pero te gusta, disfrutas y aprovechas el momento. Una vez terminas el entrenamiento, piensas y asimilas lo que has hecho y solo te sale una sonrisa de placer y esperar que pronto te vuelva a suceder...
Esto mismo me ha pasado esta tarde, cuando he salido a hacer un rato de carrera por montaña y cuando me he dado cuenta...ya no podía parar!!je.
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